domingo, 1 de marzo de 2015

ROA. Explorando el biopic.


Por lo general un martes no es día para hacer una premier, no nos gusta mucho ir a cine ese día, (además pocos pueden hacerlo), de pronto los miércoles, porque es más barato. Pero el martes 9 del pasado abril de 2013 (rememorando el Bogotazo)  se estrenó el cuarto largometraje colombiano de ese año. Roa un drama histórico (con guiños al biopic) producido bajo el sello de la productora Dynamo que ha sabido dar cuenta de algunas de las últimas cintas nacionales. Este film dirigido por el caleño Andrés Baiz es ya su tercera aventura en largo en menos de 5 años, una noticia positiva para empezar a seguir la carrera de un cineasta y dejar de lado la costumbre (casi obligada, porque así es hacer cine por estos lares) de asistir solo a óperas primas en cuanto a la exhibición de cine local. La otra buena noticia para Roa, es que paso de largo las cinco semanas en cartelera, llevando más de 158.000 espectadores a las salas, algo formidable.

¿Qué plantea  Roa entonces? La  historia, con pizcas de memoria, nos transporta a una tranquila y vecinal Bogotá con cachacos de gabán y sombrero, señoras con floridos vestidos, habitantes de la “Atenas suramericana”, donde se proyectaban las noticias en el Faenza, noticias entre otras que mostraban la enorme popularidad del caudillo Jorge Eliecer Gaitán.

Un día Juan Roa Sierra, un desempleado más, entra a ver las noticias al Faenza. Al ver uno de los potentes discursos de Gaitán se siente muy cercano a la importancia y admiración que despierta aquel político. La  situación  hace que el alma de Juan vaya de una falsa confianza a lidiar con la  demencia psicópata  y, desde entonces, asistimos a la transformación: de un modesto desempleado a un flamante resentido. El Juan de esta película no es un asesino (ni siquiera sabe custodiar un revólver), solo es un hombre nada sagaz,  que en la búsqueda de una mejor fortuna tropieza con las desilusiones y presiones que la sociedad y su destino le plantean.  Una madre que no cree en él, un Gaitán antipático, unos oscuros hombres de gabán negro (excelente recurso del cine negro) que no dejan de presionarlo, para que mate al caudillo.  Y a pesar de todo Juan lucha por no defraudar a su esposa ni a su hija. Entonces, decide seguir al margen de sus desgracias, así sea pegando carteles, como Antonio Ricci en El ladrón de bicicletas. Pero como si su destino estuviera escrito, no logra evadir la fatalidad que se cierne sobre él.




Sabemos que desde el 9 de abril de 1948 uno de los líderes populares más emblemáticos de la historia patria ya no nos acompaña, pero ¿Tenemos la certeza de que Juan Roa Sierra también murió? Y eso dicen, que un tal Juan acabo con la esperanza de la clase obrera y campesina de está desangrada nación,  solo les consta a los vecinos que presenciaron la furia de una ciudad armada, que bajo sus ruanas (que se contaban más que los famosos gabanes) llevaba, más que machetes y palos, una colérica indignación. Aquí es donde el tagline de la película, que reza: “LOS PERDEDORES TAMBIÉN ESCRIBEN LA HISTORIA” cobra sentido.  


Para apuntar: la película tiene pequeños errores en la dirección de arte, por ejemplo, las canchas de tejo de la época no eran patrocinadas  por una cerveza que se vendió por aquellos días solo en la calurosa Barranquilla. Además,  las mujeres -hasta las más liberadas- no se tinturaban el cabello. Fallas de casting para mi gusto: la elección de Santiago Rodríguez, su maquillaje obvio y la construcción de un Gaitán tan distante, así mismo, la elección de la super natural  Catalina Sandino, como esposa de Roa. Sin embargo, lo de Baiz es para reconocer, porque ha sabido escoger acertadamente, para este público que somos, las historias que ha filmado.

ROA
Director: Andrés Baiz
Duración: 90 minutos
Guión: Andrés Baiz y Patricia Castañeda
Reparto: Mauricio Puente, Catalina Sandino Moreno, Santiago Rodríguez, John Alex Toro, Héctor Ulloa, Rebeca López
País: Colombia
 Año: 2013

4 comentarios:

  1. La película no la he visto, por lo que comenta siento que hay un tratamiento cuidado en el manejo del personaje.

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    1. Sí, Teresa, qué buena intuición. Parece que a Baiz le sale super bien la caracterización psicológica de los pusilánimes. Satanás es un buen ejemplo. Pero necesita con urgencia apoyo en dirección de arte!
      http://www.peliculasaudiolatinoonline.com/roa-online-2013-vk/

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  3. Gracias por esta reseña que casi celebra el año de lanzamiento de la peli y que me ha hecho volver sobre ella. Me uno a tus observaciones sobre el casting y el arte, ciertamente son desafortunados. Sin embargo, como dices también, la peli es una apuesta notable que hace homenajes bonitos como la aparición de Héctor Ulloa en el Salto del Tequendama y, por supuesto, la entrada a cine en el entonces Teatro Colombia. Ese último es, creo, un guiño para toda la cinematografía nacional, el secreto para consolidar la industria de cine en el país: Roa paga la boleta del teatro, a pesar de gastar con ella los precarios recursos que le quedaban para vivir, porque ¡quiere verse en la pantalla grande! A ver si algo nos queda de Roa, aparte de una prevención aguda con las películas colombianas de época.

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